En el dolmen de Las Agulillas

lunes, 18 de abril de 2016

¿Recuperamos la cruz de la calle Pedroche?

     Las cruces de término o humilladeros son una especie de hitos colocados en caminos o a la entrada de los pueblos. En el norte de Córdoba lo usual es una cruz "desnuda", es decir, sin ningún tipo de imagen, sólo el crucero de granito.
     Ejemplos de ellas en las vías rurales los tenemos en el camino de Villanueva de Córdoba al santuario de la Virgen de Luna. Hay una a medio camino, en el tradicional lugar de descanso, el Pozo de la Legua, y en las inmediaciones de la ermita y la población, donde se agrupan los peregrinos para hacer juntos la entrada.


Cruz en el camino de Villanueva al santuario de la Virgen de Luna.

     Sus hermanas urbanas estaban usualmente situadas a la entrada de la población de los principales caminos que la unían con otras localidades. Venían a delimitar el espacio poblado, y un viajero que después de horas de camino a pie o lomos de caballerías las viera por primera vez, sabía que había dejado el campo y había llegado a un lugar que estaba habitado.
     Comenzando por el sur, a la entrada del camino que por Adamuz se dirigía a Córdoba había una en la calle conocida primero como Cuartel (por acantonarse allí tropas), más tarde, Tetuán (por la gloriosa batalla de la guerra hispano-marroquí de 1859-1860), y, finalmente, calle Córdoba. La calzada de la calle se ha ido elevando, como se aprecia en la fotografía.

Cruz de la calle Córdoba

     Al suroeste estaba la Cruz Chiquita, a la entrada del Camino de la Loma, que proseguía hasta Obejo. Hoy se encuentra en la calle Moreno de Pedrajas, en la esquina con las calles Ramón y Cajal y Atahona, pero antes de que Moreno de Pedrajas fuera calle, cuando era camino, estaba en la parte más alta, frente al actual número 12. Al urbanizarse, después de 1887, se decidió emplazarla donde hoy se encuentra. Se muestra en una fotografía de hacia 1905, de una serie que es anterior a la publicacion del libro Historia de la Villa de Villanueva de Córdoba  de Juan Ocaña Prados, de 1911.

Cruz Chiquita, fotografía de hacia 1905.

     Podemos conocer su situación gracias a un plano de Villanueva de 1887, completado posteriormente, e incorporando las nuevas calles que se habían construido desde entonces, en 1922. A finales del siglo XIX la hoy calle Moreno de Pedrajas era conocida como Calle de la Cruz Chiquita:


      Quien llegara a la población desde Pozoblanco se encontraba con la cruz del Regajito. Cuando comenzaron a hacerse nuevas casas al sur de la cruz, hacia finales del siglo XIX, la calle tomó el nombre de "Calle de la Cruz de la Virgen de Luna", aunque, por economía del lenguaje, pasó a denominarse, simplemente, "Calle Luna".

Cruz del Regajito, fotografía de hacia 1905.

     A la entrada de Villanueva por el camino de Pedroche, donde hoy están las palmeras de la acera del parque, había una cruz sobre la que volveremos, y que podemos ver cómo era a comienzos del siglo XX "vestida" para celebrar la Cruz de Mayo.

Cruz de la calle Pedroche, fotografía de inicios del siglo XX

     En este plano de 1887 se puede comprobar su situación tradicional, marcado con un círculo rojo, frente al actual nº 44 de la calle Pedroche:

(Es también una información interesante la que se extrae de este plano. La calle Bailén (Casas Coloradas hasta 1864) iba desde la calle Juan Blanco hasta la confluencia de Egido y Fuente. Su continuación, actualmente urbanizada, se llamaba a finales del siglo XIX Callejón a las Viñas; igualmente, la hoy calle Dolores Herruzo era entonces el Callejón de la Cuesta.)


     Al norte de Villanueva, en la confluencia de caminos hacia Torrecampo, Conquista y las Ventas (Cardeña y Azuel), está la Cruz de Piedra, que le da nombre a la calle.

Cruz de Piedra

     Delimitando el espacio urbano más centrico se encuentran dos cruces. Al este la cruz de Cañuelo, que hasta el comienzo del tráfico motorizado se encontraba enmedio de la calle; diversas reformas urbanas la llevaron a su emplazamiento actual de calle Doctor Luna, hogaño Travesía de Cañuelo. La segunda cruz que marcaba el centro de la población, al poniente, está en la confluencia de las calles Herradores y Contreras, inmediata a la Plaza de España.

 Cruz de Cañuelo

Cruz de calle Herradores

      Las cruces que había en los lugares indicados fueron destruidas al comienzo de la guerra civil en 1936, y repuestas al concluir ésta. Pero no acabaron aquí las vicisitudes. A comienzos de la década de 1970 el tráfico de vehículos de motor comenzaba a ser considerable, y un camión se llevó por delante la Cruz de Piedra, que entonces se encontraba en un extremo de la calle, y enmedio de la misma, frente a la calle Ventura. Coincidió con que entonces se estaba construyendo el parque infantil al final de la calle Pedroche, donde ya hemos visto que se encontraba una, y al considerarse prioritario recuperar la Cruz de Piedra (ya que sin una así el nombre de la calle no tendría sentido) y el inconveniente que suponía para las obras, se decidió llevar la cruz de la calle Pedroche hasta la ancha calle de la Cruz de Piedra, aunque colocándola en un acerado.
     Lo que quedaba de la cruz de Piedra se trasladó al cementerio, rematando su fuste con una cruz de hierro antigua. Pero la cruz de la calle Pedroche no se repuso, y esa es mi propuesta, elevar la solicitud a las autoridades pertinentes. El objetivo no es otro que el de recuperar el paisaje urbano tradicional, en el que las cruces de término eran un importante elemento visual y simbólico. Es, simplemente, restituir lo que había.
     Imagino que una cruz "industrial" no tendría demasiado coste, aunque pienso que lo ideal es que la labrara un cantero de la tierra con las herramientas tradicionales, como Ángel Moreno, un verdadero experto y conocedor de su oficio. Y que los niños pudieran ver cómo se trabajaba el granito, cómo el batolito se fue humanizando haciéndose de él dinteles labrados, jambas o adoquines, pues, como dice el nombre de un excelente grupo de música folk local, los jarotes somos hijos del matrimonio entre la jara y el granito.