En el dolmen de Las Agulillas

martes, 14 de abril de 2020

Las primeras calles de Villanueva de Córdoba hacia 1610


     Volvemos a repetir lo que se escribió sobre Villanueva de Córdoba en 1540. Todos los que nos hemos interesado por la historia de Villanueva de Córdoba nos hemos basado en el libro de don Juan Ocaña Prados Historia de la villa de Villanueva de Córdoba, publicado en 1911. Con un gran aporte documental, especialmente del siglo XVIII, es un valioso aporte para conocer de nuestro pasado, pero de épocas anteriores Ocaña Prados carecía casi de documentación, y para los orígenes de la población se basó sobre todo en la tradición oral. Según esta, el pueblo había nacido entre las calles Cañada Alta y Cañada Baja, construyéndose un oratorio en la calle Casas Blancas, y extendiéndose posteriormente al sur, hacia la plaza.

     Pero este pasado verano hemos conocido de documentos de 1500-1540, especialmente protocolos notariales, en los que las descripciones de propiedades y referencias a determinados lugares cuentan una historia muy distinta a la que describió Ocaña Prados o su hijo Ocaña Torrejón: la iglesia de San Miguel ya existía en 1500 (no se hizo al alcanzar el rango de villa en 1553, como opinaba Ocaña Prados), y la ermita de San Sebastián ya era nombrada en 1534 (bastante antes del año que daba Ocaña Torrejón para su construcción, 1585, que sería la de una reedificación posterior). Tampoco las Cañadas o la calle Casas Blancas son de las más antiguas: la primera de todas fue la calle Real.

     Los protocolos de los notarios, las actas capitulares del Concejo de Villanueva de Córdoba y los pleitos conservados en la Chancillería de Granada nos permiten conocer, al menos parcialmente, cómo fue creciendo la extensión de Villanueva desde su mismo nacimiento, y durante su primer siglo de existencia, con una base sólida y argumentada documentalmente. Como bien decía el antiguo lema de la UNED, de todas las cosas móviles la que más se mueve es el conocimiento.

     Podemos establecer dos etapas en el crecimiento urbano de Villanueva, sobre todo por la información disponible: la primera antes de la emancipación de Pedroche en 1553; la segunda, la de las primeras décadas de existencia como villa con jurisdicción propia.

PRIMERA ETAPA: 1499-1553
     Fue por la década de 1480 cuando unas cuantas familias, de Pedroche primero y otras localidades luego, comenzaron a residir de continuo en Encina Enana, que hasta entonces era un lugar con unas cuantas casas pajizas en la que residían ocasionalmente algunos vecinos de Pedroche para tareas estacionales. El lugar, como explicaba en 1530 el vecino de Pozoblanco Sebastian Rruyz, “le dezian aquel nonbre por una enzina que estava alli que tenia todas las rramas por el suelo y que dezian que criaba en ella una osa.

     Encina Enana en 1499 pasó a denominarse Villanueva de Córdoba. Ese mismo año contó con sus autoridades propias, aunque era aún un lugar en el término y jurisdicción de la villa de Pedroche.

     La documentación de 1540 nombra a un lugar llamado Cannada Enzyna Enanna, Cañada Encina Enana. No sabemos concretamente dónde estuvo, mas el sitio no era arbitrario, estaba en el trayecto desde el Camino Real de la Plata, la vía más importante de comunicación entre la Meseta y Andalucía en el siglo XVI, a Pedroche. Este camino se dejaba en las inmediaciones de la estación del AVE, y se encaminaba al NE entrando en la actual Villanueva por las calles Adamuz, Córdoba, San Sebastián, Real, Plaza, Herradores, Pedroche y Paseo de la Estación, hasta la capital histórica de las Siete Villas.

     Este camino de Pedroche al de la Plata fue el núcleo del poblamiento y el origen de la población. Hacia 1540 aparece en numerosas ocasiones nombrada una calle a la que se denominaba “calle del Rrey”, o “calle Rreal”, o “calle Rreal de sus Magestades”, o “calle Rreal de Sus Altezas”, o “calle de Sus Magestades”. Parece que la calle Real era la única calle, como tal, que existía por 1540, extendiéndose la parte más urbanizada de Villanueva desde la plaza a la ermita de San Sebastián.

     Pero en el lugar residían ese año unos doscientos vecinos, por lo que eran necesarias más viviendas además de las de la calle Real y la plaza. En los protocolos se describen numerosas casas que en ocasiones lindaban con otras edificaciones, pero en otros casos se mostraban aisladas, lindando con cercas de prado o herrenales.

     El 03-04-1541 1541 el escribano de Villanueva, Benito Gomez de San Benito, decía que “se an dado por los dichos alcalldes e ofiçiales del Concejo de ella, jurado, mayordomo, e alguazil e otro muchos vecinos que se llegaron, solares a algunas personas en el exido de la dicha Villanueva para edificar casas”. Al depender jurisdiccionalmente de Pedroche, también su Concejo repartió solares en el ejido de Villanueva para edificar viviendas.

     Este lugar, el ejido, fue el lugar donde se comenzaron a levantar nuevos edificios para el núcleo primigenio plaza – calle Real – San Sebastián. La imagen que se percibe de Villanueva a mediados del siglo XVI es de una calle como tal, la calle Real, con numerosas viviendas más o menos aisladas o agrupadas en el exido. Las cruces de la calle del Torno (frente al casino), la cruz frente a la calle Contreras y la cruz de Cañuelo (en la confluencia de esta calle con la de Doctor Luna) estaban en los ruedos de entonces de Villanueva.

SEGUNDA ETAPA: 1591-1615
     Desde mediados del siglo XVI hay un gran vacío documental hasta 1591-1592, cuando conocemos los protocolos del escribano Anton Martinez Moreno. Desde ese año vuelven a saltar hasta 1610 en adelante.

     No contamos con una descripción exacta de donde estuvo el primer ejido de Villanueva, donde se construyeron viviendas, pero algunas referencias a él en los contratos de compraventa pueden aproximarnos a su ubicación:
·         El 07-06-1592 Francisco Ximenez Herrero y Francisca Ximenez, su mujer, venden a Anton Sanchez Loçano “un pedaço de tierra para corral que nosotros avemos junto a esta dicha villa junto a la parte que dizen Pozo las Vacas, que alinda con el exido de esta dicha villa, y con tierras de nos los dichos vendedores, y con tierra para corral de Martin Fernandez Gannan”. El Pozo las Vacas se encontraba al final de la actual calle Pedroche
·         El 04-08-1612 Bartolome Sanchez Alcornoquejo y Maria Fernandez, su mujer, compran una casa pequeña “lindando con casas de Juan Martin Zarco y con el exido de la fuente del camino de la de la Campiña”. Esta fuente es la que hoy llamamos Fuente de la Estrella, por lo que el ejido llegaría a sus inmediaciones.

     Parece que este ejido estaba paralelo al camino a Pedroche, desde el sur (la fuente del camino de la campiña) al norte (el Pozo de las Vacas). A medida que aumentaba la población, se incrementaba el número de casas que se edificaban en el ejido, tomando como ejes distintos caminos y callejones; al irse agrupando y alineando estas casas, se formaron las calles.

     Las dos primeras calles que se citan en los documentos notariales salían del camino del de la Plata a Pedroche, origen de Villanueva:
·         El 07-07-1591 Catalina Sanchez la Pozuela, viuda de Alonso Garçia Fustero, vende a su hijo Alonso Garçia Fustero y Catalina Ximenez, su mujer, “un corral çercado que yo tengo en esta villa alindando con corral de Alonso Hernandez de Segobia y con la calle que sale al camyno de la campinna”, por 25 ducados.
·         El 07-06-1592 Anton Martin Aserrador y Maria Sanchez, su mujer, venden a Alonso Rromero y Catalina Sanchez, su mujer, medio huerto con un pozo en la calle que sale del camino de Pedroche, por 22 ducados.

     En ambos casos se nombran a calles que salen del camino a la Campiña (calles San Sebastián, Córdoba y Adamuz) o el de Pedroche (calles Herradores y Pedroche). Y en los dos se emplea el artículo determinado “la”, sin mención a nombre, lo que parece indicar que el número de calles (es decir, de viviendas alineadas y agrupadas en número suficiente para ser consideradas así) en 1592 era muy escaso.

     El foro urbano seguía siendo, desde el principio, la plaza. Desde 1500 al menos estaba la iglesia de San Miguel, con su cementerio anejo. En 1552 ya existía una carnicería en la esquina con el camino al Torno (calle Ramón y Cajal), y en 1592 tenía en ella un mesón el escribano Anton Martinez Moreno (su fachada es las muy escasas que se conservan de aquella época).

     Existen referencias a lugares que no sabemos dónde estuvieron. Por ejemplo, el 25-06-1592 Francisco Munnoz Vaquero y Marina Fernandez, su mujer, vendían a Diego Fernandez Fresco e Ysabel Alonso, su mujer, “unas casas con su corral lindando con casas de Alonso Rruyz Velasco y estan junto a la terçia del pan de esta dicha villa”. La tercia real eran los dos novenos del diezmo que se pagaban a las arcas reales. La monarquía es ese tiempo estaba ávida de recursos, y en numerosas localidades se ha conservado el edificio donde se recogía la tercia real.

     Prueba de que la plaza era el centro urbano desde el principio es que la expansión urbana se hace desde ella por los caminos que se dirigían a localidades cercanas: Pozoblanco y Torremilano, Pedroche, Conquista, las ventas de Azuel y Cardeña, y Ovejo – El Torno.

     El camino de la campiña siguió edificándose al sur de la ermita de San Sebastián: el 19-06-1611 Diego Rruyz de las Carpinteras arrendaba de Francisco, menor hijo de Francisco Lopez Garrido, unas casas junto a la cruz del camino de la Campiña. Es la cruz que está en la hoy calle Córdoba.

     Por el otro extremo, el camino a Pedroche también se construían nuevas casas, apareciendo también su paralela calle Concejo: el 21-06-1610 Francisco Rruyz Camara vende a Juan Garcia Torralbo, hijo de Alonso Sanchez, un corral cercado a la salida de la calle de Pedroche que linda con corral del Concejo y corral de Pero Gomez Torralbo, por 18 ducados.

     Se iba edificando igualmente el camino a Conquista, pues la cárcel estaba en la esquina de esta calle con la de Cerro, según se muestra en este curioso contrato de 12-10-1592, por el que Juan de Molina, zapatero, y Maria Munnoz, su mujer, indemnizan a Diego Munnoz de la Camara con 21 ducados, “por rrazon de que siendo alguazil mayor el dicho Diego Munnoz Camara prendio a mi el dicho Juan de Molina por aver rresultado culpado en la muerte de Miguel de Montoro y llevandome a la carçel le huy e me solte del, y por esta causa prendieron al dicho Diego Munnoz y estuvo preso muchos dias en Cordova”.

     El camino a Torremilano y Pozoblanco compartían el mismo trazado a su salida de Villanueva, e igualmente se usó como eje para ir levantando casas:
·         El 31-12-1591 Francisco Rruyz Herrero y Francisca Rruyz, su mujer, vendían a Miguel Sanchez Rromero y a Maria Sanchez, su mujer, un corral cercado en esta villa junto al camino a Torremilano, lindando con corral de Diego Munnoz Camara y con corral de Maria de la Cruz, viuda de Bartolome Sanchez del Castillo, por 20 ducados.
·         El 18-04-1612 Miguel Sanchez Rromero vendía a Pedro Martin Moreno y Maria Sanchez, su mujer, un corral cercado a la salida de esta villa por la calle Pozoblanco, que linda con cerca del tejar de los dichos compradores y corral de Juan Garcia del Castillo.
Otro camino que sirvió de núcleo para la urbanización fue el del Torno, que en su salida desde la plaza también se dirigía a Obejo. Quien viniese por él podía llegar a la plaza por la calle del Torno, que aparece citada en documentos a partir de 1613:
·         Diego del Pozo vende el 16-02-1613 a Francisco Munnoz Fustero y Marina Jurada, su mujer, unas casas con sus corrales en la calle del Torno, linde con casas de Martin Lopez del Cerro y de Juan Cano.
·         El 26-12-1615 Juan Rodriguez Fuenssalida arrendaba al menor hijo de Juan Garcia Redondo, difunto, “unas casas que el dicho menor tiene en esta villa en la calle del Torno, linde con casas de Ysabel Fernandez, su abuela, y de Juan Rruiz Horozco”.

     También este camino, desde la Cruz Chiquita, se podía encaminar al este, en dirección a Cardeña, por las calles de la Coba (hoy Cervantes), y Empedrada (actual calle Canalejas):
·         El 26-07-1611 Benito Sanchez Alcornoquejo arrendaba a Diego Munnoz Camara “unas casas pequennas que el susodicho tiene en la calle Rreal de esta villa, linde con el callejon que sale a la casa de Pero Cobo”.
·         En el testamento de Francisco del Pozo Pescueço, dado el 17-04-1612, declaraba que “Diego Lopez Pulido que bibe en la calle de Pero Cobo me debe tres fanegas de trigo…”.
·         En el arrendamiento de una viña el 27-05-1612, se decía: “Sepan quantos esta carta de obligacion vieren como yo, Sebastian Sanchez Pedrajas, vezino que soy de esta villa de Villanueva de Cordoba en la calle Empedrada…”.

     Hacia el este había un gran interés económico, pues se extendía el término de Montoro donde se realizaban numerosos cultivos. Cerca de la población había viñas en los Majolejos y la Posadilla.
En 1591 ya se había edificado junto al camino a las ventas de Cardeña y Azuel la ermita de San Gregorio, y el camino también se fue urbanizando:
·         El 20-03-1610 se establecía un codicilo del testamento anterior por parte de “Martin Garcia Molinero, de la calle de las Ventas”.
·         En la venta de bienes de la capellanía que fundaron Maria Diaz, esposa de Alonso Garcia Herrero, y Bernardo Rruyz Moreno, realizada el 13-02-1612 a Anton Rrodriguez de Montoro y Maria de Cardenas, su mujer, se cita un corral cercado junto a esta villa en la calle de San Gregorio, linde con cerca de Pero Rruyz Pescueço y con corral de Teresa Garcia, su suegra, por 75 ducados.

     La zona de la Fuente Vieja debió urbanizarse pronto, pues el 16-07-1613 Bartolome Garcia del Castillo y Maria Lopez, su mujer, hipotecan una casa “en el barrio de la Fuente Bieja, lindando con casas de Juan Garcia de la Annora y de Juan Fernandez Garrido”. Si había barrio es porque debería de haber ya un conjunto de calles (al menos Cañuelo, Empedrada y San Gregorio, aunque desde la Fuente Vieja también nacen las calles Alta y Parralejo, que todavía no aparecen en la documentación).

     Otro lugar que se urbanizó dentro del primitivo ejido fue la Fuente de Juan Blanco: en el inventario de los bienes de 15-02-161 que aportó Alonso Sanchez Rromero, hijo de Symon Rruyz Rromero, a su matrimonio con Vitoria Rruyz, hija de Aparicio Fernandez constan unas “casas en esta villa baxo de la fuente de Juan Blanco linde con casas de Pedro Martin Herruzo y de la viuda de Anton Garcia de Mingo Rrodriguez, vezinos de esta villa, en quarenta y quatro ducados”.

     Poco a poco se iban construyendo más edificios, y los caminos y callejones pasaban a convertirse en calles. Al aumentar su número, y para distinguirlas, había que nominarlas y, como ya apuntó Juan Ocaña Torrejón, una de las formas fue el tomar el nombre de alguna persona, de las más relevantes o de las primeras, que habitaron en ellas. Ya hemos visto que “el callejón que sale a la casa de Pero Cobo” se convirtió en “la calle de Pero Cobo”. También puede ser el caso, por ejemplo, de la conocida como calle Anacid.

     El 15-12-1610 establecía su testamento Ana Çid, viuda de Martin Fernandez Gannan, en la que legaba a Maria Gomez, su hija y esposa de Bartolome Sanchez Fresco, unas casas con sus corrales de linde con casas del dicho Bartolome Sanchez y huerto de Juana Rruyz la Morena, viuda de Gonçalo Maduenno. Sobre su origen se han propuesto varias hipótesis. Parece bastante probable que la calle donde tuvo su casa Ana Çid pasara a llamarse así, la calle de Ana Cid.

     Otro caso es el de la calle de la Palma. A finales del siglo XVI y comienzos del XVII vivieron en Villanueva dos hermanos con estos apellidos. Antonio de Palma era tejedor, y hay numerosos contratos en que compra lana y vende paños. Su hermana Luisa de Palma presentaba el 11-03-1591 ante el escribano Anton Martinez Moreno una relación de bienes, al estar concertada de casarse con Juan Garcia, hijo de Lope Garcia. No había más personas en Villanueva con este apellido que, de hecho, se extinguió a la muerte de estos dos hermanos. La mención expresa a “la” Palma hace pensar que fue la vivienda donde vivió Luisa de Palma la que le dio nombre a la calle.

     En esta misma sección se puede incluir la calle Viveros, pues el 24-12-1613 Lucas de Biberos arrienda de Maria de Castro, menor hija de Gonçalo Maduenno, un telar de tejer paños veinticuatrenos que tiene en la casa de su morada por 48 reales anuales.

     Hay también referencias que no hemos podido ubicar: Alonso Gomez de Cilleruelos y Ana Lopez, su mujer, establecían el 24-04-1612 una carta de censo, donde se cita “una binna en el pago de Fuente de las Erillas, lindando con binna de Anton Moreno el Moço y con el callejon que sale de esta villa al camino de Torrecampo”. Quizá la que entonces se llamaba fuente de las Erillas es lo que hoy conocemos como pozo de las Cañadas, y que el callejón nombrado fuese la calle Cañada Alta o la calle Lepanto. Por ahora no tenemos más información para poder situar estos topónimos.

     Compendiando la información, desde el núcleo primigenio (plaza – calle Real – Alto del Santo) en 1540, se había pasado a casi una veintena de calles, al menos, por 1615. Hemos recogido las calles que se nombran en los documentos, aunque debieron de existir más, como la calle Cañuelo, que une la plaza con “el barrio de la Fuente Vieja”. Las de la siguiente relación existían en ese año de 1615.

Relación de las primeras calles y lugares urbanizados de Villanueva de Córdoba, junto al año de su primera referencia:
Calle Real, 1539
Plaza, 1500
Alto del Santo (calle San Sebastián), 1534
Cárcel (esquina calles Conquista y Cerro,) 1591
Cruz del camino de la Campiña (calle Córdoba), 1611
Fuente del camino de la Campiña, 1612
Calle Pedroche, 1610
Corral de Concejo, 1610
Calle Pozoblanco, 1612
Calle de Pero Cobo (calle Cervantes), 1611
Calle Empedrada (calle Canalejas), 1612
Fuente Vieja, 1613
Calle de las Ventas / calle de San Gregorio, 1610 / 1612
Calle del Torno (calle Ramón y Cajal), 1613
Fuente de Juan Blanco, 1611
[Calle de] Ana Cid, 1610.
[Calle de la] Palma, 1591.
[Calle de] Viveros, 1613