He tenido muy abandonado el blog, mas no por desidia, sino por prioridades, al ultimar una cosa que ha requerido toda mi atención. Concluida la obligación, proseguimos con la devoción por la historia mostrada en este blog.
Un amigo me ha llamado guerrillero histórico. Tras la sonrisa al leer aquello me di cuenta de que es cierto, y no sólo metafóricamente. La explicación se encuentra en este texto de un gran arqueólogo y maestro de arqueólogos, Desiderio Vaquerizo Gil (La cultura ibérica en Córdoba, pág. 56):
"En la actualidad... nuestro conocimiento del poblamiento pre-, protohistórico y romano en las tierras septentrionales cordobesas resulta todavía de todo punto insuficiente, hecho que tiene como causa más inmediata la considerable falta de interés por parte de los investigadores, centrados de manera tradicional en áreas más gratificantes desde la óptica de las comunicaciones, el relieve y la secuencia cultural. No se trata, pues, de ausencia estricta de yacimientos -que de todas formas son muy inferiores, cuantitativa y cualitativamente, a los de la Campiña y Subbética-, sino de un cierto abandono por parte de la comunidad investigadora ante unas comarcas agrestes, mal comunicadas y en las que la ausencia de labores agrícolas dificultan enormemente su localización."
[Debo discrepar con don Desiderio en cuanto al valor de los yacimientos de los Pedroches. No tenemos aquí el Neolítico de la Cueva de los Murciélagos de Zuheros, por ejemplo, pero en la Campiña y Subbética no hay las docenas de sepulcros megalíticos calcolíticos que orlan todo el batolito de los Pedroches. P. Bueno sólo ha documentado cinco menhires decorados en Andalucía, uno de ellos a cuatro kilómetros escasos de Villanueva de Córdoba.
(Menhir de Los Frailes, Villanueva de Córdoba.)
Un santuario ibérico como el de Torreparedones (Baena-Castro del Río) sin duda que es interesante, pero mucho más extraño, y significativo, es un altar de sacrificios prerromano como el que hay en el norte de Córdoba en la Loma de la Higuera-Las Pilillas, similar a los de Panoias o Ulaca.
Las trescientas sepulturas tardoantiguas descubiertas por Riesgo en los años veinte y treinta del pasado siglo ofrecen centenares de objetos de los depósitos rituales, y si los de barro son tan abundantes como los de la necrópolis de El Ruedo (Almedinilla, Córdoba), son mucho más variados en las formas (ollas, platos, jarros... frente a la uniformidad de jarros de El Ruedo). También las tres docenas de platos de vidrio procedentes de esas sepulturas no tienen parangón con ningún otro lugar de la provincia.
El número de placas de cinturón articuladas de perfil liriforme, del siglo VII, conservadas en los museos de Torrecampo y Villanueva de Córdoba, no es menor que el de ese tipo de piezas depositadas en el Museo Arqueológico Nacional. No es pobreza, es desconocimiento por parte de los historiadores.]
Tras haber aprendido el oficio de historiador en la Universidad Nacional de Educación a Distancia nos liamos la manta a la cabeza y nos tiramos al monte, como un neo ibn-Hafsún. Sí, este blog es una guerrilla contra ese abandono y desinterés por parte de la comunidad científica, no se combate a ninguna persona. Si los investigadores no asoman las orejas por los Pedroches creyendo que no van a encontrar nada, o porque les resulta más cómodo andar por la Campiña, pues ellos que se lo pierden; en el pecado llevan la penitencia.
También está en el objetivo guerrillero poner en su justa medida aquellas informaciones o interpretaciones erróneas sobre la historia de los Pedroches, y que se repiten una y otra vez por medio de las citas. O las interpretaciones ripiosas e imaginativas que están reñidas con el más mínimo sentido común: los peores, en este sentido, son los aborígenes metidos a indagadores del pasado.
La principal arma es la misma que emplearon todos los guerrilleros a lo largo de la historia, el conocimiento del medio. Y como única herramienta de combate, la razón.
Adopto también como principio una frase del Heródoto jarote, D. Juan Ocaña Prados, verdadero precursor de la filosofía de los Annales: "Grande es la historia de los palacios, mas si se escribiese la de las cabañas quizá hallaríamos en ella más enseñanzas y tanto o mayor interés que en aquélla, por ser los hechos más naturales y verdaderos".