En el dolmen de Las Agulillas

jueves, 31 de octubre de 2013

Distintos nombres para los mismos megalitos

     "Fray Martín Sarmiento... explicó cómo el castigo de Babel consistió en que si alguien, pongamos el capataz de la célebre Torre, ordenaba a un peón que puliese un pedrusco, el pobre esclavo se quitaba la sandalia; y si éste pedía el botijo al vecino de andamio, recibía un caldero" (Fernando Lázaro Carreter, El País 07-05-2000). Algo parecido pasa con el megalitismo en los Pedroches, siendo, más o menos, conocido hay una tremenda confusión sobre el mismo derivada, en gran parte, de los diferentes nombres que han recibido los mismos monumentos megalíticos. Esto ha impedido saber, por ejemplo, algo tan simple como cuántos dólmenes han sido descritos por diferentes autores que hayan tratado del asunto. Vamos a repasar someramente quiénes han escrito sobre la cuestión para poner al final una tabla de equivalencias nominales de los sepulcros megalíticos del NE recogidos en diferentes publicaciones.

Ángel Riesgo Ordóñez (1958) - Concepción Marfil Lopera (1997). Le debemos una entrada en este blog a Ángel Riesgo Ordóñez, el auténtico "Padre de la Arqueología" de los Pedroches. En la época de la Dictadura de Primo de Rivera y durante la II República excavó 25 dólmenes y dio cuentas de otros cuatro más. Su casa fue saqueada durante el inicio de la guerra civil, robándole gran parte de los ajuares procedentes de esos dólmenes y destrozando sus notas de campo. Valiéndose de lo conservado y de su memoria reescribió sus libretas en 1958. Tanto estas libretas como lo que se conservó del saqueo está depositado en el Museo Arqueológico de Córdoba (Colección Riesgo). 


       En 1997 Concepción Marfil López publicaba en los Cuadernos del Gallo, editados por el Ayuntamiento de Pozoblanco, su estudio realizado sobre el megalitismo de los Pedroches a partir del análisis de las libretas de campo de Riesgo, siendo merecedora del XIV Premio de Investigación Histórica "Juan Ginés de Sepúlveda". En Aproximación al Calcolítico en el Valle de los Pedroches (Córdoba). Una revisión del fenómeno megalítico de la zona, C. Marfil llevaba a cabo un muy buen análisis de las piezas documentadas en los cuadernos de campo de Riesgo, o conservadas y depositadas en los museos de Córdoba y Madrid, procedentes de las excavaciones de Ángel Riesgo en los Pedroches. 

Manuel Aulló Costilla (1925): Ingeniero agrónomo, fue el jefe de Ángel Riesgo, y quien obtuvo el permiso de la Administración (por Real Orden de 20 de septiembre de 1923) para llevar a cabo excavaciones en el norte de Córdoba, aunque quien las llevaba a cabo, exclusivamente, fue Ángel Riesgo. Cuando éste llevaba cinco dólmenes explorados Manuel Aulló publicó en la revista de la Junta Superior de Excavaciones y Antigüedades de 1924-1925 lo que se había ido conociendo sobre la materia hasta ese momento. Esto produjo un inmenso cabreo (no hay palabra que pueda definirlo mejor) en Ángel Riesgo, que se sintió ninguneado, y posteriormente rebatiría al Sr. Aulló la paternidad que quiso usurparme de estas excavaciones que toleré en un principio y no pude soportar luego” (Riesgo, libretas de campo). Esto trajo como consecuencia de que ambos rompieran relaciones y que Aulló recogiera todos los objetos procedentes de megalitos y sepulturas tardoantiguas que poseía Riesgo. Todas estas piezas fueron depositadas posteriormente en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, conformando la conocida como Colección Riesgo.
       Cronológicamente, Excavaciones arqueológicas en diversos sitios en las provincias de Segovia y Madrid, de 1925, es la primera publicación en la hay constancia de la presencia del megalitismo en el noreste de Córdoba, y en ocasiones da a los lugares de los yacimientos unos nombres diferentes a como los nomina Riesgo.

Georg y Vera Leiner (1943). Este matrimonio de arqueólogos alemanes dedicó su vida al estudio del megalitismo. Su trabajo, realizado en España en plena posguerra y cuando Europa se descarnaba en la II Guerra Mundial, casi sin financiación, casi se puede calificar de épico (algunos han comparado a los Leisner con los misioneros...) y realizado con pleno rigor científico.

(Croquis de la planta y alzado del sepulcro de corredor de El Atalayón de Navalmaestre. Leisner, 1943.)

       Conocieron los Leisner de la existencia del fenómeno megalítico en los Pedroches por medio de Manuel Aulló, pero dado el alejamiento entre éste y Ángel Riesgo el matrimonio alemán no contó con el apoyo de Riesgo, verdadero conocedor del megalitismo en la zona, lo que sin duda había contribuido a aumentar el número de yacimientos conocidos por los Leisner. Éstos citan a trece dólmenes de los explorados por Riesgo, y otros siete más.
       Por cierto, que Manuel Aulló recomendó al entonces alcalde de Villanueva, don Matías Moreno, que atendiese a los arqueólogos. Tampoco contó el alcalde con Ángel Riesgo, pues ambos estaban también enfrentados desde que don Matías Moreno se adelantase a excavar un sepulcro megalítico de cámara circular (denominados tholoi) descubierto por Ángel Riesgo en el Minguillo. Comenta Riesgo en sus cuadernos de campo: "Este arqueólogo alemán pudo hallar, según referencias, algunas puntas de flecha, pero tampoco logró éste sus deseos a pesar del tiempo invertido en remover con el don Matías por segunda vez las tierras y piedras, demostrando también tal señor que sus ciencias no deben ser muchas y gracias le doy a Dios por ello, porque ambos personajes aún me dejaron un buen ajuar". A ver, comprendo el mosqueo de Riesgo, pero las cosas deben estar en su sitio. G. y V. Leisner eran arqueólogos por formación y vocación, de los que pateaban el campo para levantar un croquis o hacer un calco; su trabajo es de sobra reconocido y sentaron los cimientos para el conocimiento científico del megalitismo en la península. Riesgo era un aficionado, de los buenos, con un "ojo" privilegiado para detectar yacimientos, pero sin la formación académica de los Leiner.

Juan Ocaña Torrejón (1967). Maestro de profesión, también aficionado a la Historia, Cronista local, en 1967 publicó en el Boletín de la Real Academia de Córdoba un artículo titulado "Túmulos de los Pedroches". Como fuente básica empleó los cuadernos de campo de Ángel Riesgo, por lo que figuran los dólmenes que éste descubrió, añadiendo dos más. En cuanto a los nombres no siguió todos los que había dado Riesgo en primera instancia, sino que modificó la denominación de algunos topónimos o adaptó los nombres de los dueños de las fincas a los que se correspondían entonces.
       Juan Ocaña interpretó erróneamente los datos de Riesgo, creyendo que había tres dólmenes en la zona del Minguillo, cuando Ángel Riesgo sólo describe dos. Cuando Concepción Marfil Lopera tomó las libretas de campo de Riesgo se percató de que sólo había dos megalitos en el Minguillo, lo que pude también comprobar personalmente cuando tuve acceso a esos documentos. Pero como el artículo de Ocaña Torrejón fue el único que conocimos durante tiempo (reconozco mi mea culpa), cuando se descubrió otro tholos en la misma zona se le aplicó el nombre de Minguillo IV, por los tres, presuntos, anteriores de Ocaña. En realidad, debería haber sido Minguillo III, pero como es conocido como Minguillo IV, se le mantiene tal nominación      

Rosario Cabrero García (1985): Realizó un ensayo tipológico sobre los distintos sepulcros megalíticos de Andalucía occidental, recogiendo los que había publicado Manuel Aulló en 1925 y los Leisner en 1943. Incluye además otros siete megalitos que no habían sido recogidos por los autores citados arriba.

       En resumen, en diversos artículos publicados en el siglo XX se recogieron un total de 44 sepulcros megalíticos, en ocasiones con distintos nombres para el mismo monumento. En la siguiente tabla se recogen las equivalencias nominales de los sepulcros megalíticos de los Pedroches (en la bibliografía del blog se encuentran las referencias de los distintos artículos):