* Broches de cinturón de placa rígida y perfil liriforme, llamados de transición.
Presentan la hebilla y la placa fundidas en una sola pieza, como las placas rígidas fabricadas en Hispania, pero su perfil de de forma de lira o ligeramente estrangulado en la zona central, característico de los broches llamados "liriformes" (del nivel V que se verá a continuación); estos broches de transición se diferencian de los liriformes "típicos" en que éstos son de placa articulada, independiente de la hebilla. Ésta puede ser rectangular, como en los broches de placa rígida, o arriñonada, como en los liriformes.
Cuando la profesora Ripoll realizó su estudio en 1998 tenía conocimiento de 23 piezas de este tipo, todas de la Bética a excepción de una de Gerona y otra de León (cuya decoración figurada no tiene que ver nada con el resto y estudió junto a las placas liriformes). Procedentes de los Pedroches hay al menos cuatro fragmentos de placas de cinturón de este tipo en el Museo PRASA de Torrecampo.
Debido al escaso número de ejemplares conocidos no se ha elaborado ninguna clasificación específica para ellos, mas el tipo más abundante en los Pedroches es el que tiene su placa formada en cuatro sectores, dos rectangulares y dos circulares, alternándose, modelo del que el Museo de Maguncia conserva un ejemplar con la placa completa procedente de la Bética:
Cuando la profesora Ripoll realizó su estudio en 1998 tenía conocimiento de 23 piezas de este tipo, todas de la Bética a excepción de una de Gerona y otra de León (cuya decoración figurada no tiene que ver nada con el resto y estudió junto a las placas liriformes). Procedentes de los Pedroches hay al menos cuatro fragmentos de placas de cinturón de este tipo en el Museo PRASA de Torrecampo.
Debido al escaso número de ejemplares conocidos no se ha elaborado ninguna clasificación específica para ellos, mas el tipo más abundante en los Pedroches es el que tiene su placa formada en cuatro sectores, dos rectangulares y dos circulares, alternándose, modelo del que el Museo de Maguncia conserva un ejemplar con la placa completa procedente de la Bética:
(G. Ripoll, 1998, lám. X.)
Podemos comprobar que tres de las cuatro placas de transición conocidas en los Pedroches responden a este modelo:
La decoración de estas placas se basa en motivos geométricos simples, sin que aparezcan en ellas los motivos "clásicos" de las liriformes, como los prótomos de grifo. También es frecuente que en el extremo distal presenten un pequeño apéndice, lo que es característico de las placas liriformes.
"Por su factura y por su decoración, estas placas de transición se relacionan tanto con el tipo que las precede como con el que las sigue, lo que permitiría suponer que fueron usadas durante los últimos años del siglo VI y los primeros años del siglo VII, sin excluir en absoluto que sean coevas tanto de los broches de placa rígida como de los liriformes". El apelativo que les dio Gisela Ripoll de "placas de transición" se debe "al paso de una toréutica realizada por artesanos visigodos con viejas influencias 'germánicas', a una toréutica de carácter bizantino-mediterráneo, llegada a la Península Ibérica a finales del siglo VI, a través del comercio de la cuenca mediterránea y de los comerciantes orientales establecidos en las colonias costeras y fluviales" (G. Ripoll, 1998, 114 y 109).
Los broches con placa y hebilla formando una pieza son típicos de Hispania, pero el perfil liriforme es un modelo bizantino. Cabe entender que "quizá los artesanos locales, que conocían los broches de cinturón liriformes mediterráneos, intentaron crear un tipo propio antes de hacer imitaciones de excelente calidad de los mismos" (Ripoll, 1998, 114). Es pues probable que algún taller hispano comenzara a fabricar este tipo, basándose tanto en sus formas de obrar tradicionales como en las innovaciones estilísticas que provenían de Oriente. Y dado que casi todas las piezas de este tipo proceden de colecciones del sur peninsular, es también posible que ese taller estuviese situado en la Bética.